Los amantes y el milagro



He llegado a la casa de una amiga. Estoy preocupado de haber estacionado mi carro en algún lugar prohibido, ella me dice que no hay problema… Mi amiga parece un poco ida del mundo… Tocan a la puerta, se trata de unos tipos que comienzan a bajar, de un enorme camión de mudanzas, diversas cajas de instrumentos musicales, van y vienen por la casa de mi amiga… Ella permanece indiferente a todo… Los semblantes de los tipos son muy expresivos, parecen sacados de algún reclusorio infernal. Siento que algo malo sucederá, que esos tipos realmente son criminales profesionales, pero ella no se da cuenta, por el contrario, les permite el paso hasta su recámara… yo, preocupado por ella, le digo que me acompañe a acomodar bien mi auto, así lograré sacarla de su casa y salvarla. Ella me dice que mi auto está bien en el lugar donde lo dejé, repite una vez más que no debo preocuparme... No sé cómo decirle lo que presiento… En eso (no sé explicar cómo) veo desde abajo la escena que se desarrolla en la recámara. Uno de los delincuentes, acompañado por otro, encuentra a su mujer semidesnuda acostada en la cama. Esta chica (a quien desconozco, pues no se trata de mi amiga) parece estar desconectada de todo, absoluta y profundamente, su mente y corazón están en otro sitio. El tipo, que parece ser su esposo, sufre un severo ataque de celos… grita a la mujer exigiéndole razones, le pide nombres, lugares… ella no reacciona, está como muerta. Él, con un arma en el brazo, manda a su compañero a traer al amante de la mujer. Acto seguido llega este otro tipo cargando un gran Cristo de talla… El criminal ordena a la mujer que abrace a su amante, ella lo aferra llorando, se acuesta con él, lo besa… el tipo celoso ordena que los cuerpos se alineen (el de su mujer y del Cristo); Ella yace encima del cuerpo del Cristo, abre los brazos para alinearlos en la posición de cruz… sus bocas se besan… El tipo celoso, con un rostro lleno de una feroz ira, dispara contra los amantes. Una bala perfora la espalda de la mujer y muere, pero no sangra, ni una gota de sangre se derrama por su herida, esto es un milagro!!! Quitan el cadáver para exponer al Cristo de madera… éste sangra por la oquedad abierta por la bala.



4 comentarios:

  1. Una historia de desbordada pasión y asepsia.

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  2. ...y además contraviniendo leyes de espacio y tiempo.

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  3. Me parece... impactante! Contiene el despertar de la sensibilidad y del miedo ante lo anormal, -de otra realidad- inmiscuida no obstante en algún resquicio de la cotidianidad del mundo, abierto o aparecido por la violencia de la muerte que no se queda unicamente en el violentar lo mundano (el cuerpo), sino que incluso ejerce una fuerza más peligrosa por inmiscuirse en en lo sagrado (enmascardo en la imagen del Cristo)y la muerte y su violencia como puente entre una realidad cotidiana y la de lo sagrado intratable e incomprensible.

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