Ninguna merced espero por ello de Dios
por cuyo amor no me consta haber hecho nada...
como si te acordases de la esposa de Lot mirando hacia atrás,
me entregaste a los hábitos sacros y a los votos monásticos,
antes de profesar tú mismo.
Y por ello solo, porque confiaste tan poco en mí,
lo confieso, sufrí y me avergoncé terriblemente.
Igual, Dios lo sabe, no hubiese dudado en absoluto
en precederte o seguirte al antro de Vulcano, a tus órdenes,
pues mi pensamiento no estaba conmigo, sino contigo;
y ahora más que nunca, si no está contigo, no está en parte alguna:
sin ti no puede existir de ningún modo.
Te ruego, pues, que lo dejes estar a bien contigo.
por cuyo amor no me consta haber hecho nada...
como si te acordases de la esposa de Lot mirando hacia atrás,
me entregaste a los hábitos sacros y a los votos monásticos,
antes de profesar tú mismo.
Y por ello solo, porque confiaste tan poco en mí,
lo confieso, sufrí y me avergoncé terriblemente.
Igual, Dios lo sabe, no hubiese dudado en absoluto
en precederte o seguirte al antro de Vulcano, a tus órdenes,
pues mi pensamiento no estaba conmigo, sino contigo;
y ahora más que nunca, si no está contigo, no está en parte alguna:
sin ti no puede existir de ningún modo.
Te ruego, pues, que lo dejes estar a bien contigo.
Eloísa a Abelardo, oh
ResponderEliminarLa imagen es muy buena, pero no creo que sea de Matisse
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