Las ventajas del hielo

Quienes antaño sabían practicar la caballerosidad
no podían menos de ser sutiles, misteriosos y de un hondo entendimiento,
tan profundos que no se los podía conocer.
De ahí que se los elogiara:
vacilantes,
como quien cruza un río en pleno invierno;
precavidos,
como quien teme a todos sus vecinos;
discretos,
como huésped;
frágiles,
cual hielo que se derrite;
sencillos,
como un leño;
confusos,
cual turbias aguas.
...
El que abraza este Tao no busca una gran satisfacción



Lao Tsé
Tao Te Ching
Ms. Goudian, A5



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3 comentarios:

  1. Sería como el "no-whereman" (no me acuerdo si se escribe así), aunque debo confesar que antes de racionalizar la gélida nota, pensé en algunos compañeros de trabajo burócratas (aunque trabajen para lo académico -tengo mis dudas al respecto-), están al cuidado de la operación precisa. Como los seres "insignificantes" que describe Kafka, pero a diferencia de los de los Beatles, los ratoncitos siempre se están moviendo, ahí radica su amenaza.
    ¿Satisfacción? está fuera de su horizonte, por eso su alcance llega a los pasitos en corto, uno tras otro.

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  2. y si el burócrata (en particular el burócrata académico) es la concreción de un Tao insuperable?! Por qué suponer que existe algo así como la "realización" de la alguna supuesta "completud"?! (Tao de la burocrocia, passim)

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  3. Ja, es verdad, nunca nos completamos, ni aún los burócratas con todo y sus técnicas meticulosas de "productos" o resultados de todo, con su paranoia de comprobación del movimiento. ¿El Tao no llegaría a la burocracia?

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