Camino al dolor

Alcanzo a ver un fondo blanco con espacios negros a los costados. El cuadro onírico, tal como si se tratara de una cámara, amplía su campo de visión paulatinamente. En el espacio blanco hay un punto negro. Los espacios negros resultan ser líneas curvas. El punto negro, al parecer soy yo. Yo tengo un sentimiento de angustia indefinida pero profunda. Conforme avanza el cuadro de visión me percato que se trata de una espiral, el punto aún no llega al centro, le faltan cerca de tres vueltas, pero conforme avanza siente mayor angustia. Este sufrimiento psicológico es fuertísimo>>>. No puedo avanzar más. El centro es la angustia máxima. ¿Quién podría resistirla?! El campo aumenta aún más. Me percato que sólo Dios podría soportar tan grande sufrimiento. Sí, Dios está en el centro de la espiral. Me sobrecoge Su capacidad. El campo, cada vez más aumentado, revela que no se trata de una sola espiral (la mía), sino de muchas otras. Dios está en todos los centros, en todos los angustiosos recorridos. El sufrimiento de Dios es simplemente inconmensurable.