Redacción EL UNIVERSAL.com.mx El Universal Ciudad de México Lunes 17 de septiembre de 2007 15:19

Un brote de sangre en su frente salvó al venezolano Carlos Camejo de ser “cortado” por el serrucho del médico forense, cuando éste se disponía a practicarle la autopsia.
El hombre de 33 años de edad ingresó a Hospital General Antonio María Benítez de La Victoria después de chocar su motocicleta contra un camión que se encontraba estacionado. Tras el percance, los paramédicos que acudieron al lugar lo declararon muerto.
Ahí empezó su historia de horror pues al llegar a la morgue, los médicos desatendieron el cuerpo y lo dejaron sobre un pasillo, en espera de pasar a la morgue.
Tamara Rolón, esposa de Camejo, declaró que el supuesto cadáver quedó “tirado” en un pasillo del hospital, "con la orden de autopsia metida en un bolsillo del pantalón", reseñó el diario venezolano El Universal.
Un rato después, cuando ya era preparado para ser “abierto”, uno de los doctores vio que su frente sangraba por lo que procedió a coserle. Sin embargo, como relata el hombre que estuvo a punto de morir en la camilla, despertó por el dolor de la aguja.
Carlos Camejo salió de este estado inconsciente y poco a poco se ha recuperado para emprender acciones legales contra el hospital no sólo por el descuido de su supuesta muerte sino además por el robo de 600 mil bolívares (unos 3 mil pesos) cuando se encontraba tendido.

http://www.eluniversal.com.mx/notas/449643.html

3 comentarios:

  1. Parece que el deleite del choque comienza cuando dice el que escribe la nota: "Ahí empezó su historia de horror pues...", me lo imagino saliéndole sangre de la boca disfrutando donde dice que lo prepararon "para ser abierto" y que lo despertó el dolor de aguja. Así como lo ha de haber despertado el reloj para terminar su nota.

    ResponderEliminar
  2. hay vivos que mueren sin morir y muertos que viven sin vivir

    ResponderEliminar
  3. hay muertos que matan lo que da vida

    ResponderEliminar

derivaciones