Pie para el niño de Vallecas (de Velázquez)
Este es el orden, Sancho
De aquí no se va nadie.
Mientras esta cabeza rota
Del Niño de Vallecas exista,
De aquí no se va nadie. Nadie.
Ni el místico ni el suicida.
Antes hay que deshacer este entuerto
Antes hay que resolver este enigma.
Y hay que resolverlo entre todos,
Y hay que resolverlo sin cobardía,
Sin huir
con unas alas de percalina
o haciendo un agujero
en la tarima.
De aquí no se va nadie. Nadie.
Ni el místico ni el suicida.
Y es inútil,
Inútil toda huida
(ni por abajo ni por arriba)
Se vuelve siempre
Se vuelve siempre. Siempre.
Hasta que un día (¡un buen día!)
El yelmo de Mambrino
halo ya, no yelmo ni bacía -
se acomode a las sienes de Sancho,
y a las tuyas, y a las mías,
colmo pintiparado,
como hecho a medida.
Entonces nos iremos todos
Por las bambalinas.
Tu y yo, y Sancho, y el Niño de Vallecas,
Y el místico y el suicida.
León Felipe
Versos y oraciones de caminante, Libro II (1920 y 1930)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Y si el yelmo del moro no existe?!!!!
ResponderEliminarMàs vale que aparezca, por que si no es asi, entonces nos quedaremos todos; tù, yo, èl , Sancho , y el niño de Vallecas, y el mìstico y el suicida. Asi que màs vale que aparezca...
ResponderEliminar