Que venga el Amado y me bese
Que sus labios incendien los míos
Que en su dulce abrazo mi alma se consuma
Y en olvido eterno cueza esta ceniza.
Amor, has de revelarme los misterios,
No en templos ni monasterios,
En carne viva, en viva llama han de ser.
Ven a mí excitado en canto,
te seguiré vehemente, celebra tu unión con mi piel,
voluptuosa a ti me entrego,
has estallar en mi hálito tu secreto,
que nada quede en ti si en mí hay cabida para ello,
intégrame en ti, en tu aliento,
quebranta mis pudores, llévalos lejos.
Soy por tu cándida mano consumida en fuego.
Acrecentado te eyectas sobre mí, inevitable.
¡Oh Amado! Que en noche amable has tornado mi lecho
Y en luna tejedora la madre de mis sueños.
Convulso mi vientre te recibe inmaculado
y cada espacio en mí te reconoce como néctar,
soy tu cáliz y tu tierra, abrazo tu semilla
que dolores sé que engendrará,
más gozosa a ti me rindo y mi finitud alegre queda,
pues tu infinita Esencia obtiene de la muerte vida,
de lo inverso el mejor vino, de la sombra la luz verdadera
todo lo llenas en mí y afuera,
eres cálida humedad que se escurre
por dentro y toda vida engendra.
a-mmmm-mm-m..
ResponderEliminaroh sí... mjmj
ResponderEliminarppppor-qqq-ue-eee...hhh-tttt-e..
ResponderEliminaramor y sólo amor...
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