Callar y quemarse
















“Callar y quemarse es el castigo más grande que nos podemos echar encima. ¿De qué me sirvió a mí el orgullo y el no mirarte y el dejarte despierta días y noches? ¡De nada! ¡Sirvió para echarme fuego encima!”.

Federico García Lorca, Bodas de sangre

1 comentario:

  1. Decía San Pablo que es mejor casarse que quemarse... Pero esto contrasta, también con el tono desahuciado de Lorca, cuando se recuerda a los udríes que se internaban en el desierto para quemarse, externa e internamente, por un amor que preferían no consumar, con lo cual se hacían mártires, verdaderos, del Islam (por preferir la yihad interna).

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