Era una niña casi; nació de una felicidad conforme de canto y lira, clara brillaba a través de sus velos de primavera y un lecho se hizo en mi propio oído.
Y ella durmió en mí. Y todo era su sueño. Los árboles que admiré un día, la pradera sentida, esa sensible lejanía y todos los asombros que me conmovieron.
Ella durmió el mundo. ¿Cómo, oh dios del canto, la creaste, para que no anhelara primero estar despierta? Mira, ella nació y durmió.
Su muerte, ¿dónde está? ¡Oh!, ¿inventarás aún este tema antes que se consuma tu canto? ¿Hacia dónde, desde mí, se hundirá ella?... Era una niña casi...
Era una niña casi; nació
ResponderEliminarde una felicidad conforme de canto y lira,
clara brillaba a través de sus velos de primavera
y un lecho se hizo en mi propio oído.
Y ella durmió en mí. Y todo era su sueño.
Los árboles que admiré un día,
la pradera sentida, esa sensible lejanía
y todos los asombros que me conmovieron.
Ella durmió el mundo. ¿Cómo, oh dios del canto,
la creaste, para que no anhelara primero
estar despierta? Mira, ella nació y durmió.
Su muerte, ¿dónde está? ¡Oh!, ¿inventarás aún este tema
antes que se consuma tu canto? ¿Hacia dónde,
desde mí, se hundirá ella?... Era una niña casi...
ella se mece en el lecho de los sonidos del silencio, en secreto, com o solo los niños pueden hacerlo, juega con la arena en tu piel
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