Jozef Wittlin Orfeo en el infierno del siglo XX (fragmento)
" Como una flor nocturna, Orfeo abre el cáliz de su canto y se cierra al bullicio del día. Nos ayuda durante una hora, durante dos, a vencer el miedo, a vencer la muerte, a vencer el tiempo, que inevitablemente nos lleva a la muerte, llenando el tiempo con el arte que se cumple en el tiempo. Orfeo nos permite por un plazo corto olvidar la razón de la manera que se desconectaría la electricidad; nos permite a los apresados en el espacio, descansar en el tiempo. Apagamos con anhelo a esa débil -ay, qué débil luz de la razón-, que ilumina nuestros oscuros asuntos cotidianos; desconectamos el sentido de la vista; cerramos los ojos, duplicando así la sensibilidad de los oídos. Es de noche, hay silencio, escuchemos a Orfeo. "
Understand, these fires never stop
ResponderEliminarPlease believe, when this joke is tired of laughing
I will hear the promise of my Orpheus sing
Jozef Wittlin
ResponderEliminarOrfeo en el infierno del siglo XX (fragmento)
" Como una flor nocturna, Orfeo abre el cáliz de su canto y se cierra al bullicio del día. Nos ayuda durante una hora, durante dos, a vencer el miedo, a vencer la muerte, a vencer el tiempo, que inevitablemente nos lleva a la muerte, llenando el tiempo con el arte que se cumple en el tiempo. Orfeo nos permite por un plazo corto olvidar la razón de la manera que se desconectaría la electricidad; nos permite a los apresados en el espacio, descansar en el tiempo. Apagamos con anhelo a esa débil -ay, qué débil luz de la razón-, que ilumina nuestros oscuros asuntos cotidianos; desconectamos el sentido de la vista; cerramos los ojos, duplicando así la sensibilidad de los oídos. Es de noche, hay silencio, escuchemos a Orfeo. "
era casi una niña y surgía
ResponderEliminarde esta dicha concorde, canto y lira,
y en sus velos de abril brillaba clara
y en mi oído se hizo ella un lecho.
y en mí dormía. y todo era su sueño.
Los árboles que admiré un día, esta
sensible lejanía, la pradera sentida
y los asombros que me conmovían.
ella dormía el mundo. dios cantor,
¿cómo la consumaste para que no anhelara
estar despierta primero? mira, ella surgió y durmió.
¿dónde está su muerte? ¿inventarás aún
este motivo antes que tu canción se agote?
cae de mí, ¿adónde?... casi una niña
rainer maria rilke
sonetos a orfeo, I.II