Un acontenciomiento imprevisible












Imagen: Stelarc

Todo el dilema está en esto: o bien la simulación es irreversible y no hay un más allá de la simulación, no hay un acontecimiento, es nuestra banalidad absoluta, una obscenidad de todos los días, el nihilismo definitivo y nos preparamos para una repetición insensata de todas las formas de nuestra cultura en espera de un nuevo acontecimiento imprevisible –¿pero de dónde podría venir?–; o bien hay por lo menos un arte de la simulación, una cualidad irónica que resucita cada vez las apariencias del mundo para destruirlas.

Jean Baudrillard,
"Duelo", Fractal
n° 7

4 comentarios:

  1. Ok ok, muy posmo, no?!
    antes era un escándalo privilegiar el acontecimiento sobre la "larga duración", ahora ya ni eso, todo parece ser "simulación", ok ok.
    Todo es simulación ¿excepto la conciencia de la simulación?

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  2. Stelarc.... mmmmm... así como los románticos del XIX resucitaban el espíritu medieval me parece que Stelarc actualiza el más radical mecanicismo trasfigurado en los inicios de la Modernidad

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  3. No pos quién sabe. Pero eso de la conciencia parece cosa de origen, de ir a la esencia de algo. Y de dividir entre la cosa y el sujeto, como si cada uno tuviera alguna entidad propia. También la simulación es como si estuviera envolviendo a algo que es, a lo que no podremos acceder porque estamos entretenidos en la simulación, con tantas capas que nos alejamos del objeto mismo. Querido maestro ¿es un asunto de religión?

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  4. Sobre Stelarc: Sí, en otros tiempos andaban con sus atrolabios en la mano, ahora los juguetitos nos usan como instrumentos y lo chistoso es que ni nos damos cuenta.

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