Preferiría no hacerlo

Figura pulcra, lastimosamente respetable, incorregiblemente desolada ¡Ese era Bartleby!...

¡Qué falta de amistad y qué soledad tan miserables se ponen aquí de manifiesto! Su pobreza es grande, pero su soledad... ¿qué horrible! ... Por primera vez en mi vida me envolvió un sentimiento de melancolía abrumadoramente punzante. Anteriormente, nunca había sentido nada, excepto una tristeza que no me resultaba desagradable, pero en ese momento, el vínculo que me unía a la vulgar humanidad me empujaba irresistiblemente a la depresión. ¡Una melancolía fraternal!... ¿Ay! la felicidad busca la luz y por eso creemos en la distancia que todo el mundo es feliz. Sin embargo, el sufrimiento se oculta en la distancia, motivo por el cual pensamos que el sufrimiento no existe...

en la misma proporción en la que la tristeza por Bartleby crecía cada vez más en mi imaginación, aquella misma melancolía se convertía en miedo y la pena en repulsión...

lo hice frente y lo ahuyenté. ¿Cómo? Vaya, simplemente recordando un mandamiento divino: "Amaos los unos a los otros". Sí, eso fue lo que me salvó...

Bartleby había trabajado como subalterno en la sección de "Cartas no reclamadas" de la Oficina de Correos de Washington, de la que lo habían despedido de repente por un cambio de administración... ¿existe otro trabajo más adecuado para acrecentar esta desesperanza que el de manipular continuamente esas cartas no reclamadas y clasificarlas para destruirlas en las llamas? Porque las queman a montones cada año. Alguna vez, entre el papel doblado, el pálido empleado encuentra un anillo -el dedo al que iba dirigido quizá esté descomponiéndose ya en su tumba- ... buenas nuevas para los que asfixiados por las continuas calamidades, fallecieron ya. Portadoras de mensajes de vida, estas cartas se precipitan a la muerte. ¡Ay Bartleby! ¡Ay humanidad!

Fragmentos de Bartleby, el escribiente, de Herman Melville (trad. Ma. José Chuliá García, Nóridca libros, Madrid, 2007)

4 comentarios:

  1. ¡¡¡Qué texto!!!, Edgar.
    Maravilloso!!!!

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  2. (sin acentos) Hay una traduccion de Borges de este cuento, que es sin duda uno de mis favoritos... Por lo poco que puedo leer aqui me gusta mas la del buen Borges, si te interesa cuando quieras te la paso.

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  3. Sí, había leído algo sobre la traducción de Borges, es qué editorial está?
    Por otro lado, claro! este texto de melville es muy borges (o al revés), quizá hasta quepa pensar que se trata de un "espejo", de esos que tanto odiaba el propio borges

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  4. La traducción de Borges está ahora editada por colofón y "Ediciones Gandhi" compro ahora esos derechos. Puedes hacerte de esa edición de Bartleby en cualquier librería Gandhi, por 30 pesitos ni más ni menos. ( perdón por el comercial) Kore

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