"De uno que cambia los placeres del sexo por la estimación de los ilustres, que puede hacer el máximo esfuerzo en el servicio de sus padres, que es capaz de servir a su padre hasta el punto de dar la vida, y que en las relaciones de amistad pronuncia palabras de sinceridad, aunque se diga de él que no ha estudiado, yo me veré obligado a decir que sí lo hizo"
Confucio, Libro Xué Ér, VII (trad. de Joaquín Pérez Arroyo: Los cuatro libros, Ed. Alfaguara, Madrid, 1981)
El encajonamiento del placer sexual entre las nefandades pertenece a las necesidades isotópicas del pensamiento dualista, pero seguirá siendo un misterio por qué la fruición genital suele acomodarse en el muro de las ignominias.
Pienso que se trata de un problema histórico, como el de la virginidad... aspectos culturales detras de un placer tan limitado como nuestros seres...
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