Olvidemos la premura
Los circuitos,
Las llaves.
Acaso los filtros donde cesan los hombres
A la velocidad del vértigo y la codicia.
Nuestra virtud tiene el nombre del instante
De la lluvia,
De la parábola.
Nuestros flagelos ríen virtudes
De un beso del que nadie se percata
Bajo el rumbo naranja del tranvía…
Yelenia Cuervo